Crítica en Abc
Ford, genuinamente americano. Lo identificamos con el mundo del automóvil o el del cine, pero también es uno de los grandes nombres de la literatura actual en Estados Unidos. Desaparecidos Bellow, Mailer y Updike, los nombres de Filip Roth y Richard Ford, son seguramente de los más importantes de esa enorme tradición narrativa. Como Updike y su inolvidable Harry ‘Conejo’ Amstrong (el primer hombre que salió de casa a buscar tabaco y ya no volvió), Richard Ford presentó en su saga sobre Frank Bascombe un trozo o radiografía de la América ahora en el tránsito de siglo. Al profesor Carlos, de Filosofía, y a mí, nos une una fuerte fascinación por este escritor, del que se ha dicho que se inscribe en la tradición de Faulkner, Hemingway o Steinbeck, casi nada. El propio Raymond Carver (el gran escritor de cuentos que fue citado por Manuel Vilas en su visita al Centro como modelo para futuros escritores) ha dicho de él que «es el mejor escritor en activo de este país».
Ahora se acaba de publicar en nuestro país Entre ellos, dedicado al recuerdo de sus padres, a partir de dos textos, uno ya antiguo del que disponemos en la Biblioteca un ejemplar (Mi madre). Pero la gran novela de este autor en esta década es Canadá, una narración de ese tipo que ahora denominamos «crepuscular». Para animarnos a su lectura, en la contraportada del libro se dicen cosas tales como: Una bellísima y profunda novela sobre la pérdida de la inocencia, sobre los lazos familiares y sobre el camino que uno recorre para alcanzar la madurez.«Uno de los mejores estilistas y uno de los narradores más humanistas de América… Es su libro más elegiaco y profundo» (Ron Charles, The Washington Post).«Un grandísimo escritor» (M. Dirda, The New York Review of Books).«Un vasto y magnífico fresco. Ésta es una de las primeras grandes novelas del siglo XXI» (John Banville).«Fascinante» (Colm Tóibín).
Si con la tetralogía de Fran Bascombe, su gran contribución a la novela americana, Ford presenta un panorama diverso en el cambio de milenio, en Canadá volvemos a encontrar la voz del narrador americano impasible que tanto nos ha impactado en Salinger, Mark Twain o Harper Lee. «Canadá (Canada, 2012), no es solamente un libro maravilloso, es un catálogo de virtudes narrativas, una muestra indiscutible del temperamento de un escritor que ha alcanzado la excelencia, un manual de novelística imprescindible, la obra definitiva de un deslumbrante genio de las letras universales» (Joan Flores en Revista de Letras).
Premio Princesa de Asturias de las Letras 2016.
Otras obras de Ford (las dos primeras en la Biblioteca)
Reseña en Letras Libres
En Abc
Reseña en Revista de Letras
Para sabaer más, enlace a Letras Libres
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