por quien doblan las campanas-ernest hemingway-9788497935029

Reseña en Solo de Libros

Ya lo sé. Se trata de un libro  apenas clásico, publicado hace casi ochenta años y que quizás se enmarca en otra época. Pero es un libro veraz y sincero, uno de los más importantes escrito por narradores extranjeros. Aunque sus primeras traducciones para el mercado latinoamericano, datan de los años 40 (1942 y 1944), no será hasta 1968 cuando se publique en España por primera vez, en ese inicio de recuperación (a medias) cultural que se inicia en el tardofranquismo con Fraga en el ministerio de Información y con la mítica colección de libros Salvat, la biblioteca RTVE, como elemento más visible de esa época de aggiornamento (palabra muy de ese momento y que nos venía del mundo eclesiástico, relacionado con el concilio).

Además tiene película, que fue rodada inmediatamente después de la publicación original del libro en 1943, con dos grandes de la historia del cine como protagonistas Gary Cooper e Ingrid Bergman. Se trata de una producción anterior a la guerra fría, que aquí no pudimos ver hasta 1978, y nos decepcionó un poco, quizás. Leo que Hemingway para el papel de María se inspiró en una enfermera leridana de diecisiete años (en el momento del relato), anteriormente  trabajadora textil que el autor conociese en sus periplos de corresponsal.

Ha habido épocas muy hemingway, los años setenta, por ejemplo, mientras otras como la actual lo son mucho menos. Quizá ello sea debido a su postura vital demasiado masculinizada (ya se sabe: violencia, toros, caza, alcohol…), así como su tono de escritura entre sobrio, lacónico, austero o simplemente seco. Hoy se prefiere más -por citar a otro Nobel de su generación- a Faulkner, de estilo desbordante y desbordado que tanto influyera en el boom de narrativa sudamericana en aquellos años cuando aquí conocimos la obra que comentamos.

Pero vayamos a ella. El relato se inscribe en un hecho histórico, la ofensiva republicana de la Granja en mayo de 1937 para conquistar Segovia, y la participación del batallón Lincoln que se había creado recientemente a comienzos de ese año por norteamericanos y cubanos (unas 3000 personas) para combatir en ayuda de los republicanos y formando parte de la XV Brigada Internacional, compuesta por gente de habla inglesa.

Y aquí se inscribe la historia de amor y guerra, desolación y lirismo, entre Robert Jordan, el héroe norteamericano y María, joven indígena que ya había había padecido enconamiento por parte de los fascistas. Se ha dicho que el libro casi pertenece al género wéstern, con el héroe, la muerte y el amor. Pero es también una sólida narración, en un entorno conocido por el autor (y en este sentido, auténtico) y escrita en un momento muy cercano, sin que dé tiempo que el poso de la posteridad haga tomar al autor una postura más grandilocuente o inauténtica.

Precisamente el título, que el autor toma de un poeta metafísico del XVII, John Donne («La muerte de cualquier hombre me disminuye porque estoy ligado a la humanidad; por consiguiente nunca hagas preguntar por quién doblan las campanas: doblan por ti»), nos sugiere  ya el tono desolado, melancólico, fúnebre con el que Hemingway se enfrenta al relato. Es un pesimismo que se enmarca en el momento de su redacción y que envuelve la historia en un halo como de tragedia clásica.

En fin: creo que si buscamos veinticinco narraciones sobre la Guerra Civil, no puede faltar ésta, y quizá sea ahora un buen momento para conocerla.